Elizabeth Taylor -no la actriz, sino la escritora- logró retratar el mundo de la vejez de una manera tan verosímil y detallada que hace de Prohibido morir aquí una novela conmovedora. Esta escritora inglesa que siempre vivió bajo la sombra de su reconocida tocaya, le dio vida en su última novela a la Sra. Palfrey, una mujer anciana que decide pasar sus últimos años refugiada en el hotel Claremont, en Londres. Allí conocerá a un grupo de huéspedes que, al igual que ella, viven en la soledad de la vejez esperando ser visitados por algún familiar. Pero la vida de la Sra. Palfrey se volverá menos solitaria con la llegada de Ludo, un joven aspirante a escritor con el que descubrirá que el vínculo de abuela y nieto poco tiene que ver con el lazo sanguíneo.
Publicada en 1971 y magníficamente traducida al español por Ernesto Montequin para la editorial argentina La bestia equilátera, Prohibido morir aquí es un tesoro de frases memorables que invitan a la reflexión: ¨A medida que envejecemos, nos dedicamos a recibir y dejamos de dar. Dependemos de los demás para nuestros placeres y para todo lo demás. Es como si volviéramos a ser niños¨.
Elizabeth Taylor nos demuestra que la vejez puede ser más solitaria de lo que imaginamos, que las cosas simples como ir al supermercado se convierten en el plan del día, pero también nos enseña que la vida puede sorprendernos agradablemente hasta el último minuto. Prohibido morir aquí es, sin dudas, una novela que nadie debería dejar de leer en algún momento de la vida.
