Nro 08 Viajar & Disfrutar

Saber idiomas

Escrito por Mel Konst

No es tan importante el hecho de saber hablar idiomas, sino saber cómo emplearlos, comunicarnos en un marco de respeto y compresión. Las posibilidades de mejores versiones de uno mismo son casi ilimitadas. 

En nuestra vida, profesional y personal, los idiomas juegan un rol cada vez más importante. Esos conjuntos de letras extrañas y sonidos incomprensibles que parecen no tener sentido alguno. Hay muchos términos que se parecen entre sí cuando comparten una misma raíz, y muchos otros se “importan” a la lengua de cada tierra. Para poner un ejemplo simple, “ensalada” en español, “salad” en inglés, “Salat” en alemán, “shā lā” en chino mandarín. Hay un parecido, ¿verdad?. Aún así, muchas (demasiadas) otras palabras son absolutamente diferentes. Por ejemplo, el número 2: “dos” en español, “two” en inglés, “zwei” en alemán, “èr” en chino mandarín.  Aquí son presentados seis beneficios de los innumerables que pueden hallarse.

En este mundo globalizado la atmósfera profesional busca personas multilingües por la naturaleza de las empresas y sus actividades. El capital humano políglota es, generalmente, mucho más valioso. No solamente es posible que algunas entidades remuneren mejor económicamente al políglota, sino también que tenga mayores posibilidades de crecimiento laboral.

La posibilidad de expandir los negocios fuera de las fronteras nacionales es otra arista a tener en cuenta. En América Latina es bastante fácil ya que casi todos hablan español como lengua oficial, no obstante, ¿que pasaría si necesitaran negociar con Brasil o China? Necesitarán una forma de comunicación, algo en común: un segundo idioma. De esta manera, los negocios con otras naciones son facilitados.

¡La movilidad! Sin tener en cuenta los visados y sus restricciones, las fronteras se achican. ¡Podrán postularse para trabajar en cualquier país que hablen uno de los idiomas oficiales! ¿Inglés? Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda, Escocia, Nueva Zelanda, Australia, Hong Kong. ¿Español? Todo América Latina excepto Brasil, el Caribe, España. ¿Alemán? Alemania, Suiza, Austria, Liechtenstein. El mundo es un pañuelo.

Hoy en día las personas multilingües son un desafío para los científicos. Se han hecho estudios sobre su actividad cerebral, comparándolos con personas que hablan un sólo idioma. También se han observado infantes bilingües y monolingües, y su desarrollo. Los resultados mostraron que en estos dos grupos se encontraron diferencias. Por ejemplo, las áreas activas en su cerebro al hablar, dónde se dirige su mirada al escuchar hablar a otra persona, y su proceso lógico.

Con respecto a las cuestiones sociales, este ámbito se explaya. En reuniones internacionales existen menos barreras para conocer gente. Mientras uno viaja, tiene más herramientas para conocer compañeros de aventura. Obviamente, todo es una cuestión de actitud, pero uno ya tiene los recursos necesarios para romper el hielo y forjar amistades en todos los continentes.

Al hablar un idioma en común con alguien de otro país, abre las puertas al entendimiento de otra cultura, las diferencias nos enriquecen. Al conocer gente de muchos países, nos damos cuenta que los estereotipos están mayormente errados, las excepciones son la regla. Vemos que todos somos diferentes pero tenemos un punto en común: nuestra humanidad. Cuando al fin nos damos cuenta de esto, es señal de que el circulo virtuoso ya ha comenzado: queremos saber más, experimentar más, viajar más. Esa sed por amar los sabores que el mundo nos ofrece no podrá ser saciada.

Los idiomas pueden hacer crecer tanto a una persona laboralmente, ¿y personalmente? Los idiomas son la llave maestra, pero solo uno elige qué puerta abrir.

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