Matthias & Maxime es la nueva película escrita, dirigida y protagonizada por el prodigio canadiense Xavier Dolan. Filmada en el año 2019, y recientemente estrenada globalmente por la plataforma de streaming MUBI, nos narra la historia de dos amigos de toda la vida, los cuales, luego de una apuesta, deben besarse para un cortometraje universitario. Este suceso pondrá en jaque, tanto su amistad, como su verdadera identidad.
Es sabido que Dolan ya nos tiene acostumbrad@s a este estilo de películas, tan personales, realistas y profundas. Es el caso del film Laurence Anyways, en donde encontramos una historia de un amor imposible entre una mujer y una mujer transgénero, la cual tiene el anhelo de revelar su verdadero ser.
Siguiendo con la temática de la sexualidad, el género y la identidad, en este film, nos sumergimos en la vida de dos amigos, Matthias, interpretado por Gabriel Freitas, y Maxime, interpretado por el mismísimo Xavier Dolan. Ellos se conocen de toda la vida y tienen una relación de cuasi hermandad. La trama de la obra se dispara cuando los dos protagonistas comparten el beso. Para Matt, tener que besar a su amigo resulta muy incómodo, ya que todos los aspectos de su vida están marcados por una idea de masculinidad tradicional, hoy en día denominada frágil. Con Max sucede todo lo contrario, él es un joven que tiene programado un viaje sin fecha de regreso y se manifiesta como la representación de una nueva generación, en la cual estos preconceptos sobre “que es ser un hombre” están, poco a poco, evolucionando.
La película posee la particular fotografía de André Turpin, director de fotografía que ha trabajado en anteriores obras de Dolan, como Mommy o Tom at the Farm, pero también podemos apreciar su trabajo en Maelström o Incendies, dirigidas por el reconocido Denis Villeneuve. Las actuaciones son destacables, teniendo en cuenta que, el grupo de amigos que protagoniza la película, no son actores profesionales y son amigos en la vida real. Este último elemento, sumado a la técnica de dirección de Dolan, le otorga cierto realismo similar al de la corriente cinematográfica cinéma vérité o cine de realidad, con mucha cámara en mano, movimientos constantes de zoom y primeros planos a los personajes. Estas características hacen que el film sea aún más llevadero y nos sumerjamos más en él.
Este relato sobre la amistad, masculinidad e identidad es, sin duda, una película para agregar a cualquier lista de seguimiento del año 2020.
