El 27 de julio de este año el barrio de Belgrano se encontró con una gran fila de gente en Monroe 2468. Con bolsas reutilizables llenas de frascos, todos esperaban entrar a Cero Market: el primer supermercado sin envases del país.
El sistema es muy simple: cada cliente lleva sus propios envases (frascos, tuppers, bolsas de tela, etc). Al ingresar al local, se hace entrega de un marcador y hay a disposición cinta y una balanza. Cada cliente debe pesar los envases y anotarles su peso. Una vez realizado esto, se puede comenzar a recorrer el local cargando los envases traídos con los productos que se quieran adquirir y anotando el código de producto. Una vez que se tienen todos los productos deseados, el cliente se dirige a la caja, donde se pesa nuevamente cada envase y se le resta el peso inicial; en ese momento se abona el producto y la factura es enviada vía online para evitar papel.
Aun así, como todo nuevo sistema, genera inquietudes: “¿Es higiénico?”, “¿Es seguro para gente celíaca?”, “¿Es ‘cómo una dietética, con porotos y eso’?”, “Debe ser todo orgánico y caro…”
En el contexto en el que estamos viviendo, la higiene de lo que entra a nuestras casas nos preocupa más que nunca, por eso cuando pregunté en Cero Market cómo manejan la higiene de los productos me explicaron que, como es visible, cada producto está en un contenedor cerrado con su propia pala servidora, la cual higienizan constantemente. Además, siguen el protocolo reglamentario de emergencia sanitaria por el COVID. Cuando llegué me tomaron la temperatura, me pusieron alcohol en las manos, y comprobé en mi visita que realmente limpian constantemente. Otro factor importante es que los pisos son blancos, un color con el que fácilmente se puede reconocer la suciedad, y se los ve siempre limpios.
En cuanto a la seguridad de los productos para personas con celiaquía, desde Cero Market me comentaron: “Nosotros podemos asegurar que ciertos productos no contienen gluten, lo que avisamos es que no podemos asegurar que no esté contaminado por un error de otro comprador que haya usado la pala de un producto con gluten en otro sin.”
Lamentablemente, no es totalmente seguro para ese tipo de dietas.
La variedad de productos sorprende a la mayoría, ya que se le suele atribuir la creencia de que sólo venden productos “de dietética” (porotos, frutos secos, productos orgánicos). Si bien es real que se pueden encontrar ese tipo de productos en Cero Market, también se encuentran productos de limpieza de hogar y de higiene personal.
Es esperanzador para nuestro planeta que este tipo de innovaciones estén empezando a llegar al país, y que vengan con la idea de, como dicen en Cero Market “hacer el cuidado del medio ambiente accesible a todo el mundo”, ya que realmente los precios son los mismos que un supermercado convencional.
Como consumidores, debemos concientizarnos de lo que podemos generar en el planeta cambiando algo tan simple como es comprar de la manera que nos propone Cero Market.
Con cada compra en la que elegimos un producto sin envase, le estamos ahorrando a la Tierra 10.000 trozos de microplásticos, ya que el plástico no se descompone sino que solo se reduce.
El éxito de Cero Market nos demuestra que el cuidado del medio ambiente se está empezando a convertir en una prioridad para nuestra sociedad y creo que puede, tanto Cero Market como futuros negocios ecológicos, generar una competencia en los supermercados de gran magnitud. Quiero tener el optimismo de que los mismos puedan empezar a adaptarse a este nuevo deseo del consumidor y así reducir una cantidad incontable de plásticos que se descartan por ello.