Nro 14 Vocación & Propósito

«El herrador siempre trabaja por el bienestar del animal y no por otro tipo de intereses»

Sergio Romero es herrador, es decir, es la persona que pone herraduras en los cascos de los caballos. En esta entrevista nos cuenta cómo es su trabajo, y si este oficio tiene futuro en las nuevas generaciones. Charlamos sobre la vida en el campo, los cambios y las modas que surgieron después de la pandemia del COVID-19, y reflexionamos sobre la necesidad de impulsar un turismo de calidad, inteligente y sostenible.

Andrés: ¿Cómo fue que elegiste esta profesión?

Sergio: A pesar de que no entraba en mis planes, quería ser jinete profesional. Aprendí el oficio y cada día me gusta más. Me di cuenta que el herrador siempre trabaja por el bienestar del animal y no por otro tipo de intereses.

A: ¿Cómo es el día a día de un herrador?

S: A veces, cuando te despiertas, abres los ojos y sientes que te duele la espalda o la rodilla, el codo, lo primero que se te pasa por la cabeza es, ¿por qué te dedicas a esto? Por esa sacudida que pegó el potro de ayer hoy me duelen todos los huesos del cuerpo (risas). Pero poder mejorar la vida del caballo, ser mi propio jefe y poder organizar mi trabajo es algo que me gusta mucho. Me puedo fumar un cigarro antes de comenzar o hablar con el dueño todo lo que quiera, yo organizo mi trabajo.

A: ¿Tiene futuro está profesión?

S: Caballos va a haber siempre, siempre van a tener patas y siempre van a necesitar de alguien que cuide de sus cascos. Si el equino no tiene buena genética o fue un caballo de competición o trabajo y ya no está en sus mejores años, o si lo usan solo para medios turísticos o simplemente como mascota, se necesita de un herrador y del cuidado de los cascos para que el animal tenga una vida larga y sana.

A: En cuanto a herrar, es un trabajo en el que se expone mucho el cuerpo…

Este es un trabajo en el que tienes que pasar muchas horas en malas posturas, tiene un riesgo alto de accidente y quien quiera dedicarse a ello ha de ser consciente de esa parte.

Es cierto que es una profesión muy dura, hacer más de 4 caballos al día acaba pasando factura. Yo hoy tengo 36 años y ya empieza a estropearse el cuerpo y comienzan a surgir los achaques. Hay que cuidar lo más posible la salud. Por suerte un herrador me enseñó hace tiempo a hacer solo tres o cuatro caballos por día y luego disfrutar de la vida y tener salud pa’ vivir.

A: Cómo ves a las nuevas generaciones, ¿creés que el campo se está volviendo más popular entre los jóvenes?

S: Pasamos el coronavirus y antes de esto la gente estaba encantada en sus ciudades, con el confinamiento la gente vio que las personas que viven en el campo tenían más libertad que las que viven en 20 metros cuadrados en una capital. Parece que en estos últimos tiempos se puso de moda el campo, antes del covid la gente quería vivir en la ciudad porque hay de todo en todo momento. En cambio, ahora lo bonito es el campo. El problema es que la gente quiere campo con las mismas «comodidades» que una ciudad: Internet, centros comerciales, luces artificiales. La gente que se va al campo no puede imponer sus costumbres y su modo de vida, se tienen que adaptar al lugar, y no el lugar a ellos.

A: ¿Creés que con el turismo ocurrió algo parecido?

S: Es una moda. El turismo hoy en día quiere viajar para sacarse la foto más linda de Instagram; la gente va a la torre de Pisa para la foto, pero no por su historia. El turismo tiene que respetar la historia del lugar y su cultura. Yo creo que se tiene que incentivar un turismo de calidad, inteligente y sostenible.

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4 Comentarios

  • Que interesante entrevista Andy!
    Realmente no se toma consciencia de lo duro q tiene cada labor en el campo ya sea cual fuera su activad en él y en éste caso con el cuidado
    que conlleva tener animales saludables desconociendo y admirando la labor del herrador exponiendo su estado físico de esa manera realmente se tiene que tener mucha vocación y amor x su trabajo!!
    Abrazo Andy buenísima la nota!!!