«En el aquí y el ahora», entrevista a un pesebrista catalán

Andrés: Josep, ¿Qué es la Federación Catalana de Pesebristas?
Josep: Es un grupo de 16 personas amantes de los pesebres: Navideños, festivos, religiosos, históricos y actuales, con representaciones del día a día de la gente catalana; todo lo hacemos con materiales reciclados. En julio de 1985 decidimos crear esta asociación y desde ese entonces nos encargamos de coordinar, difundir y hacer crecer el arte pesebrista en toda Catalunya.

A: ¿Siempre se dedicó a esto?
J: No, qué va. He trabajado por más de 30 años en una fábrica de automóviles alemanes; hacíamos la parte mecánica, tapizado, pintura, etc. Durante esos años he estado expuesto a sustancias, químicos tóxicos y algún que otro cigarro que me ha hecho despedirme de mi pulmón derecho (risas). Los síntomas en ese entonces eran leves y con la excusa de la juventud y el querer hacer dinero a toda máquina, me he pasado de vueltas, tío (risas). Luego de la operación he tenido que dejar de fumar y estar lo menos posible en lugares cerrados, pero más allá de todo hoy sigo aquí.

A: ¿Los pesebres fueron una segunda posibilidad que le dio la vida?
J: Sí. La vida tiene cientos de posibilidades; esta no sé qué número será, pero me gusta bastante (risas). Hace ya casi 10 años que hago pesebres y no me arrepiento. Esta profesión me sorprende y recompensa cada día. Ahora aprecio el paso lento del tiempo cuando pego materiales reciclados para hacer las hojas de una palmera de 5 centímetros de largo, dibujar y pintar los ojos del niño Jesús para un pesebre navideño; me hacen comprender los detalles minúsculos de la vida, la sonrisa de la gente al ver mis obras es mi sueldo diario y eso suele ocurrir cuando ven el pesebre del marinero mareado en una playa catalana (risas). Tengo mucho más contacto con la gente que cuando estaba encerrado en una fábrica; no me quejo de aquellos años, me han dado una economía y posibilidad de jubilarme. Pero mira, cada vez que veo un joven como tú, tratando de cumplir sus sueños a tan temprana edad, sin miedo al futuro y con todas las ganas del mundo, me da esperanza en esta nueva generación. No son locos por el dinero como en mi época, viven con lo mínimo, pero dejando tiempo para hacer realidad sus sueños; yo los felicito a todos los jóvenes como tú por esto. El tiempo es lo más valioso que tenemos y muchas veces lo desperdiciamos en papeles de colores con un número pintado, hasta que estos nos quitan la salud; y mira que mi pulmón con dinero no lo puedo recuperar. Entonces ¿pa’ qué he hecho tanto? La salud y la juventud no me vuelve con una cuenta en el banco (risas).

A: ¿Qué mensaje le puede dar a una persona que esté transitando una enfermedad o que esté discapacitada?
J: Uno siempre puede hacer lo que uno quiere, pero a su ritmo, no hay que copiar el ritmo de los demás, creo que más allá de la discapacidad mental, física o emocional que uno tenga, hay que seguir adelante, aunque sea arrastrándose. Siempre hay que valorar el hecho de que uno esté en el aquí y el ahora. Como se encuentra uno no importa, lo que importa es que estemos y si podemos compartir algo con el otro mucho mejor, chaval.